La Fundación “Héctor I. Astengo”, propietaria de un espléndido teatro réplica de un edificio italiano de mediados del siglo XIX, consideró desde el inicio de sus actividades -hace más de cuarenta años- que su auditorio y sus recursos no debían ser utilizados para competir personalizadamente con la vida cultural de la ciudad de Rosario y su zona de influencia sino poner sus instalaciones y el escenario de su auditorio al servicio de la múltiple y rica vida cultural ya existente. Sostener económicamente y actualizar en forma permanente el repertorio físico del edificio para que en óptimas condiciones fuera un instrumento y una plataforma donde los conjuntos teatrales, corales, musicales del gran Rosario tuvieran oportunidad de mostrarse y expresarse.